La
verdadera Navidad
Este artículo
(aunque no sea de la calidad de uno) será posteado en virtualmente todos mis
espacios de Internet, bien sea mi website, el website de mi amigo Iván (el que
aún se atreve a recordar a un pésimo grupo como Crash Fuego Blanco –jajajajaja,
broma colegas, broma-) y en todos mis blogs, tanto de grilla como de blues, el
personal, la maraca, el de guitarra, el de los beatles y los que se me olviden.
Digo lo anterior porque a algunos les va a extrañar que hable de cosas aparentemente
religiosas en virtud de que me he mostrado un tanto mezquino refiriéndome al
clero, especialmente a un fraude llamado Ratzinger. Avisados.
En fin.
Esta vez no me voy de cabeza hacia las religiones (aunque serán un punto
inevitable) sino a lo que para usted y para mí es la NAVIDAD, esa época del año
en que adornamos nuestras casas, le damos el abrazo a todos los que queremos (y
si podemos les damos un regalo), compramos todo lo que se pueda y cenamos cosas
que siempre nos cuesta trabajo comprar a tiempo si no reservamos al menos una
semana antes de la nochebuena. Esa época en la que, sorpréndase, incluso hay
mas suicidios que en ninguna época del año, Esta época en la que celebramos de
todo y de muchas maneras pero no celebramos el verdadero sentido de la navidad.
Jesucristo,
la verdadera razón de la navidad. Es decir, celebramos, se supone, el
nacimiento del enviado de Dios, de su advenimiento y encarnación destinado a
salvar y limpiar los pecados de la humanidad. Pero antes cabría hacer una
reflexión, muy personal, acerca de lo que significa “Cristo” separándolo de su
nombre, Jesús, y por qué se supone que vino a compartir este mundo para
sacrificarse por usted y por mí.
Yo no me
considero católico, no al menos oficialmente católico, y no me inclino en
reverencia hacia el Vaticano; no soy cristiano, no soy testigo, no soy mormón,
no soy musulmán, no soy budista y en cierto modo me ajusto más al protestantismo
(iglesia episcopal) y desde luego a las bases místicas de la orden masónica
yorkiana. No es ninguna secta y no está en contra de NINGUNA religión, mencionado
por aquellos idiotas que atacan a los masones sin conocerlos siquiera.
Considero a Cristo como un estado espiritual que se encuentra dentro de uno
mismo. Es esa parte de nosotros a la que llamamos “bondad” y que casi siempre
mantenemos dormida porque, así como nos hace ser buenos, nos sujeta a la
responsabilidad de ser una persona con bases y principios y eso es algo que,
como animales racionales, nos cuesta trabajo asumir.
Según yo,
Jesús es un iniciado ejemplar que comparte un nivel de evolución con Saint
Germain y el resto de personas que hoy hacen milagros. No asumo que los Santos
son solamente propiedad de los católicos sino que fueron personas con tal grado
de grandeza que lograron trascender y por ello hoy se les da el reconocimiento
que tienen. Esto es, los iniciados como Jesús evolucionaron a un nivel tal que
alcanzaron el grado de uno previo a Dios peor esto es todo un rollo que me
envolvería en demasiadas polémicas y honestamente tengo flojera para ello.
Por qué
celebro la Navidad?
Hay quienes
me han llamado “Pinche hipócrita” por cuestionar a los fascistas del Vaticano y
al mismo tiempo celebrar la navidad. Para ustedes una sorpresa: la navidad no
es propiedad de los católicos. Yo celebro el nacimiento de Jesús, a quien
admiro por su perfección, por ser ejemplar, por ser quien distinguió a la
humanidad del resto de seres vivos, por que él le dio a los hombres (y mujeres,
obvio) el grado tal de respeto y dignidad que pocos han sabido apreciar. Es
curioso que en el cumpleaños del hijo de Dios existan tantos borrachos como
tristezas en el mundo mientras se supone que debería ser de celebración.
Invito a
quitarse la culpa
Muchos se
ponen tristes o apenados porque sienten que no pueden celebrar a intensidad tan
especiales fechas, bien porque han pecado, bien porque su religión se los prohíbe
o bien porque se sienten muuuuy solos. Aquí la buena noticia: La navidad está
dentro de ti. A mí Satán Claus me parece una broma pesada por parte de Coca
Cola (quienes lo inventaron) pero no me importa un carajo si a alguien no le
gusta que yo escuche música navideña como “Adeste Fideles”, “Little drummer boy”,
“Jingle Bells” y cosas así, mas nefastas me parecen las pinches ardillitas de
Lalo Guerrero. No me importa si a alguien le parezca ridículo si voy a una
posada a romper una piñata, como mandarinas, colaciones y prendo velitas y
lucesitas de bengala, no me importa y no me importa porque a mí me gusta
hacerlo. Me gusta ver hacia mis adentros y decir: “Jesús, seas o no hijo de
Dios, estés donde estés, Gracias por haber venido al mundo a darnos un ejemplo
de valor, amor y superación. Que pases un genial cumpleaños”.
Me gustaría
que usted amable lector(a) rompiera un poco con las ataduras y los compromisos
de consumismo y se asomara a su Cristo Interior, que se dejara iluminar por ese
gran Maestro llamado Jesucristo al que usted puede darle el nombre que usted
quiera y se le pegue la gana: Hijo de Dios, Hijo de María, Mesías, Maestro
Iniciado Esenio, Maestro de la
Metafísica elevada… como usted quiera llamarle. Asómese al
corazón de todos los que le rodean comenzando por abrir el suyo. Cante
villancicos si así le place, tómese una cervecita para relajarse, cómase unos
taquitos al pastor, haga lo que mas le guste pero comience por estar en paz
consigo mismo. No importa si cree o no en Dios o no importa el Dios en el que usted
crea. Tiene un cerebro inteligente y un corazón que puede ser grande y con eso
basta.
El
cumpleaños del maestro
Hace años,
unos testigos tocaron a la puerta y quisieron convencerme de su argumento de: “Si
Dios quisiera que se celebrara la navidad entonces lo hubiera dicho en la Biblia”, los mandé a la... a volar. Pero reflexionando
detenidamente es en cierto modo verdad que no existe una fecha precisa de
cuando haya nacido Jesús. Sin embargo creo que si alguien pudiera hablar con él
agradecería que al menos tenemos una fecha en la que celebramos su nacimiento. No importa cuando sea su cumpleaños, lo que importa es
acercarnos a los que no nos hemos acercado en todo el año. Al vagabundo, al que
no tiene algo para comer, al que está solo, al que ha perdido a alguien, al que
ha sufrido mucho en este año, al triste, al alegre, al renegado, al fanático,
al amigo, al enemigo, en fin, a todos. Es el tiempo de sacar nuestro Cristo interno. Es el mejor tiempo de olvidar, perdonar,
pedir perdón y comenzar de nuevo. Para mí, servidor de ustedes, eso es la Navidad. Aclaro, lo anterior no
incluye a los tiranos, eh? A esos no hay que perdonarlos, jejejejejejeje.
En fin. Sea
como sea yo espero que cada uno de ustedes pasen una genial navidad y que el
año que viene sea una oportunidad para mejorar. Yo en lo personal no podré
seguir el terco consejo de César Navarrete de dejar de fumar ni de voltear a ver
a las chicas morenas de piernas bonitas pero se que algo dentro de mí ha estado
trabajando en ser mejor y menos absolutista. Defectos tengo pero reconocerlo es
un primer paso. En fin. Ojala
les haya gustado este posteo y, qué diablos…
¡Feliz
Navidad!
Es el deseo
de
Messy Blues