Lecciones avanzadas de mala educación, incivismo y prepotencia
Introducción
En un mundo donde la elegancia y el respeto están sobrevalorados, hoy te enseñamos cómo triunfar siendo grosero, ostentoso y completamente ajeno al sentido común. Si eres de los que creen que el dinero o el "Nivel Social" te dan licencia para pisotear al prójimo, este manual es para ti.
Lección 1: El arte de la ostentación
No debemos perder de vista el “Estilo” que debe caracterizar a alguien de tu clase, ya sabes: Un Flamante Rico Nuevo… o bien, Un esforzado aspiracionista que quiere convertir sus ingresos limitados en una excelente cuenta bancaria de débito, por ahora. Ese estilo nos define, recuerda, y no debe cambiar en ningún momento y las reglas de oro son: ropa con brillitos, tenis fosforescentes, masticar chicle como meretriz, anteojos oscuros aunque estés en interior o de noche, no despojarte nunca y bajo ninguna razón de tu gorra “Chaka” en algún restaurant. Recuerda, ostentación antes que nada.
Un verdadero “Rico Nuevo” nunca pasa desapercibido. Asegúrate de mencionar el precio de TODO lo que compras, especialmente si es una imitación. ¿Un reloj? “Es Swiss, mi amor, pero no cualquiera lo nota”. ¿Un BMW? “Sí, es de agencia, pero lo disfracé de Tsuru usado para despistar. Ya sabes, ¡estos tiempos duros!".
Si no subes 15 historias de Instagram en el restaurante más caro de la ciudad (aunque sólo hayas pedido agua mineral), ¿en qué momento viviste?".
Lección 2: Modales en la vía pública (o la falta de ellos)
Recuerda, los demás son pobres que están aquí para tenerte envidia, y envidia de la brava. Si nadie se abre para darte el paso, para eso están los codos. No importa si es una dama (¡joder, estamos en la era de la igualdad!), un menor (¿por qué su madre no se fija que eres tú quien va a pasar?), una persona mayor (¿qué, ya se llenaron los asilos?) o una señora en estado de ingravidez (¿qué, tú tuviste la culpa?).
Si manejas tu carro que te distingue del resto de mortales, ¿para qué sirven las direccionales si tú sabes a dónde vas?, los demás deberían adivinarlo. Y los estacionamientos para discapacitados son sólo una sugerencia, no una ley. Recuerda siempre eso.
Otra regla fundamental es recordar la ley de todo “Rico Nuevo”: “Yo me aviento aunque no me toque”. Aplicable en el tráfico, filas del cajero automático, ó el súper, y también al hablar con alguien (hablas más alto = más razón tienes).
Lección 3: Trato a los meseros, empleados y demás “Gente Invisible”
Jamás debes dejar de demostrar quién eres tú. El resto de pobres debe entender que TÚ eres más importante que el propio Rey de Inglaterra siquiera, o al menos el equivalente. Todos esos que trabajan para ti deben esmerarse en complacerte y entender que tú eres diferente y especial, que te has esforzado mucho en alcanzar el estatus que tienes. Digo, no en balde eres de los que invierten tres horas regateando la ropa de costal en los mercados ambulantes. Tu comportamiento ante los pobres debe dar lecciones y marcar un impacto. Debes chasquear los dedos para llamar al mesero, o empleado, o el ejemplar de servidumbre que se te ponga enfrente, ¿qué, no eres acaso importante?. Como consejo adicional: si exiges hablar con el gerente porque la sopa estaba “Demasiado Caliente”, te dará puntos extra.
Frases clave cuando alguien opine distinto a ti: “¿Tú qué sabes?”, o bien: “¿Acaso yo te pregunté?”
Lección 4: La Ley del “Yo primero”
Todo “Rico Nuevo” que se respete y se haga valer, jamás debe olvidar dejar clara su clase y demostrarla en lo más posible y las reglas básicas del modo de vida deben quedar claras como tener basura en su lado de la calle, música a todo volumen a las 3 AM, hacer mucho ruido con la motocicleta pagada en abonos y traer mascotas sin correa… ¡Tú disfruta! El vecindario es tu patio trasero.
Si te amonesta la policía, recuerda: la culpa siempre es del otro. ¿Educación?, eso es para pobres.
Recuerda que para dejar claro la clase a la que perteneces: debes tener en mente, siempre estos detalles: comprar en el antro una botella de $500 y dejarla a medias, ¡nomás pa’ que vean!. Y, recuerda también que siguiendo estos pasos, lograrás que te recuerden por todo lo malo… pero, bueno, ¡¡al menos hablan de ti!!
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Existen dos preguntas de calentamiento para enfrentar el Examen Final de Maestría en Incivismo:
1.- ¿Cuántas veces al día gritas en el tráfico: “¡Muévete cabrón!”?
2.- Del 1 al 10, ¿qué tan seguido dices “¿Sabes quién soy yo?”
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Examen de Evaluación:
EXAMEN FINAL: "¿ERES UN RICO NUEVO O UN ASPIRACIONISTA?"
Instrucciones: Marca con ✓ las opciones que apliquen a tu vida. Al final, suma tus puntos y descubre tu nivel de "¡Ay, wey, qué mal estás!".
Sección 1: Modales en la Mesa (o la falta de ellos)
¿Cómo pides el corte de carne en un restaurante fino?
a) "Término medio, por favor".
b) "Tan fresca que casi haga “¡Múh!".
c) "Como pa' tacos"
Al terminar tu comida, ¿qué haces?
a) Das las gracias y dejas propina.
b) Revisas la cuenta 3 veces y reclamas por el pan que no pediste.
c) Te llevas los cubiertos "por si acaso".
Si la comida no te gusta, ¿cuál es tu reacción?
a) La comes sin quejarte.
b) La devuelves y exiges hablar con el chef para "enseñarle a cocinar".
c) Subes una reseña en Google: "Aquí envenenan a la gente. 1 estrella".
Sección 2: Vida Pública (El arte de ser detestado)
En el tráfico, tu filosofía es:
a) Respetar los señalamientos.
b) "Yo me aviento porque traigo prisa (y mi tiempo vale más)".
c) Usar la banqueta como carril exprés mientras gritas: "¡ES QUE NO SE MUEVEN!"
Al estacionarte, prefieres:
a) Buscar un lugar permitido.
b) El cajón para discapacitados ("Total, son 5 minutos").
c) Donde sea, pero con las luces intermitentes (las "calacas" son tu salvoconducto divino).
En el cine, ¿cómo disfrutas la película?
a) En silencio, como la gente normal.
b) Narrando la trama en voz alta: "¡No vayas ahí, wey, es la mamá del villano!".
c) Contestando llamadas y poniendo el altavoz: "¿QUE NO VES QUE ESTOY EN EL CINE?".
Sección 3: Relaciones Sociales (El don de la grosería elegante)
Cuando alguien no está de acuerdo contigo, respondes:
a) "Entiendo tu punto".
b) "¿Tú qué sabes, pobre?".
c) "¡Ay, perdóname, señora Buckingham!" (con tono de falsa condescendencia).
Al tratar con meseros o empleados, tu lema es:
a) "Por favor" y "Gracias".
b) "¿Y mi refresco? ¡Hace 20 segundos que lo pedí!".
c) Chasquear los dedos y señalar con los ojos (el lenguaje universal del "¡Órale!").
En redes sociales, tu contenido favorito es:
a) Fotos de viajes o memes.
b) Selfies con el volante del BMW (y el logo bien visible).
c) Grabarte tirando basura en la calle con el hashtag #YoSoyLibre.
Sección 4: Bonus (Por si acaso faltaba algo)
¿Qué llevarías a una cena elegante?
a) Un vino decente.
b) Tu certificado de depósito en el banco (enmarcado).
c) Tu bocina para poner corridos tumbados "y que se animen".
Tu frase más usada en WhatsApp es:
a) "Hola, ¿cómo estás?".
b) "Mándame ubicación".
c) "¿Qué traes puesto?, mándame foto…".
RESULTADOS (Suma tus ✓):
0-3 puntos: ¡Qué aburrido! Hasta parece que tienes educación.
4-7 puntos: Vas por buen camino, pero aún te falta gritar más en público.
8-11 puntos: ¡Felicidades! Eres un "Rico Nuevo MasterClass". Tu diploma (de impresora HP) ya está en el correo.
12+ puntos: ¡ALERTA DE SOCIEDAD! Hasta el Chapo diría: "No manches, ya bájale".
Notas: Si este examen te dio más de 8 puntos, por favor no nos sigas en redes. Ya tenemos suficiente con el tráfico. Y si te identificaste con este artículo, por favor no lo compartas: ya somos muchos los que te soportamos.
Áportación de..... Jajajajajajaja..... 😂😂😂
Messy Blues