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martes, abril 01, 2025

Talking Bout My Generation

A 60 años de haber lanzado su primer disco sencillo (en el hoy histórico formato de vinil de 45 rpm), "I can't explain", The Who ha alcanzado el histórico record de haber sido a nivel mundial la banda que llevó al Rock mas lejos que nadie.

Qué podría decirse de The Who que no se haya dicho ya?, su biografía ha merecido miles, o tal vez cientos de miles, de espacios web y páginas enteras en revistas, libros y periódicos, es probablemente el grupo británico de rock que, después de The Beatles y The Rolling Stones, ha sido considerado como una de las bases fundamentales del Rock como es concebido hoy en día. La afamada y respetada revista "Rolling Stone" (sin relación genérica con la banda del mismo nombre) dijo hace años lo siguiente: "Junto con The Beatles y The Rolling Stones, The Who completa la santísima trinidad del rock británico" y, a pesar de que para muchos creyentes eso pueda representar una blasfemia, es acertadamente cierto, The Who es esa tercera parte que hizo crecer los parámetros de la música a niveles insospechados pero convendría hacer un breve énfasis en lo relativo a lo que cada uno de esos grupos representó concretamente en los años sesenta.

imageThe Beatles, los universales. Son considerados hasta hoy en día el grupo mas representativo del rock en la historia de la humanidad. Se han convertido en íconos sociales incluso, y cuentan con un culto inmenso a lo largo y ancho del mundo. México tiene el cuarto lugar en ese sentido y, lo mas sorprendente, la Ciudad de México posee el 80% de ese culto en el país. En su momento fueron un lanzamiento artístico en manos del empresario Brian Epstein y representaron por un tiempo un grupo juvenil orientado a divertir desmadradas chicas adolescentes y eventualmente llegó la "Beatlemanía" y se apoderó del globo entero, incluido México, y su difusión fue tal que tanto las modas como los estudiosos serios se ocuparon de Los Beatles logrando que el mundo entero cambiara dramáticamente desde la forma de vestir hasta la forma de pensar. Antes de The Beatles no existían melenudos ni ideologías revolucionario-sociales que hoy son tan diversas como habitantes hay en el planeta.

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The Rolling Stones, los barbajanes. Aunque se da mucho por señalar lo contrario, no fueron ni equivocadamente la respuesta "Cockney" (londinense) a The Beatles. De hecho acertadamente se puede decir que los Stones fueron ideados mucho antes del lanzamiento de aquellos y se creó a partir de la afición al Blues mas que al Rock. Sus fundadores, Mick Jagger y Keith Richards, a diferencia de John Lennon y Paul McCartney, fueron jóvenes de clase media alta que estudiaban en la ciudad y vivían en los suburbios. Su conjunción con Brian Jones, el músico real del grupo, fue accidentada pero prolífica y eran, los tres, los sujetos mas desgraciados y chauvinistas que se pudiera haber conocido en esos días. Su lanzamiento fue, sin embargo, a modo de aprovechar la manía que se dio por los grupos ingleses en Norteamérica y su imagen de malditos fue adoptada por adolescentes rebeldes, tanto chicas como chicos, que no encontraban en The Beatles la "Satisfacción" que buscaban y que los Stones, con sus blues comercializado y sus baladas ramplonas, les daban. Hoy son considerados una leyenda pero siempre han estado un paso atrás del esplendor de The Beatles.

The Who eran los elitistas. Suena un poco injusto calificarlos de esa manera pero definitivamente The Who fueron un grupo elitista. A pesar de que comenzaron tan proletarios como los dos anteriores, sus managers los encarrilaron bien y comercialmente como representantes de la corriente social denominada MOD (corriente del proletariado que desahogaba sus ímpetus narcisistas en el consumismo orientado a la moda italiana -motos, ropa, etc-, el sexo libre, el rythm&blues, el jazz y las anfetaminas relativamente inocentes) aunque solo dos de ellos fueran netamente Mods (Pete Townshend y Keith Moon). Su ascenso al estrellato fue el pilar que estableció el circuito London del Rock y le otorgó al Rock mismo la bandera Union Jack (la de la Gran Bretaña) y de ese modo el público comenzó a cobijar tendencias que se independizaron del beatleismo. Tal fue el caso de Cream (con Eric Clapton), Pink Floyd (en ese entonces liderado por Syd Barret), Jeff Beck y The Jimi Hendrix Experience. Sonará algo absurdo, pero el éxito de The Who ya entonces, se limitaba a la Gran Bretaña, Francia, Italia y círculos de clase alta en Estados Unidos (por chicos de padres adinerados que enviaban a sus hijos de paseo a Europa). Incluso ya bien entrados los años setenta, poco se conocía de The Who en Latinoamérica, en donde se conocieron bien con el lanzamiento de la película de Ken Russel, "Tommy The Movie", en 1975, basada en el album que el grupo había grabado en 1969. Aún así es necesario mencionar que The Who fue bien acogido en Estados Unidos a partir de 1967 después de que se presentaran en el "Monterey International Pop Festival" en el que también saltaron a la notoriedad tanto Janis Joplin como el venerado Jimi Hendrix llevado al escenario de la mano del Rolling Stone Brian Jones.

The Who, unos tipos muy legales

Elitistas o no, The Who rompían con todo lo presentado antes de ellos. Tenían una apariencia que hacía pensar en chicos bien portados que solían pedir permiso en casa para salir al baile y sus caras inspiraban la confianza a todos los padres de chiquillas, cosa que aprovecharon para lanzar cuestiones aún mas insolentes que las presentadas hasta entonces por The Rolling Stones. Pareciera mentira mencionar que "I can't explain" resultaba mas dolosa y rebelde que la propia "(I can't get no) Satisfaction" de Sus Satánicas Majestades y su anthem ideológico y cántico glorioso, "My Generation" se montó sobre la moral de los hipócritas que buscaban que sus hijos tuvieran estabilidad y sus hijas un buen partido. "My Generation" fue temporalmente vetada en Estados Unidos precisamente por su contenido "existencialista" pero ya era tarde, a esas alturas el grupo ya había colocado "A quick one", un disco LP que rompía con precedentes de todo tipo y hasta se daba el lujo de batir políticamente a todas las manifestaciones juveniles del tipo. Incluso The Beatles trataron de combatirlos con su "Magical Mistery Tour" pero ni Jimi Hendrix logró minarles la aceptación del respetable.

Pero, en qué consiste la resolución de The Who y por qué marcó a la era moderna?. Un excelente pretexto para analizar a profundidad a The Who como un grupo que rompió con su propia marca es el hecho de que Pete Townshend y Keith Moon hacían un ritual psicosocial existencialista (propio de los Mods) en el que su acto culminaba con la destrucción del equipo (excepción brillante siempre fue el bajo de John Entwistle). En ese momento el destruir guitarras era una excentricidad propia de músicos con presupuesto y después lo repitieron por todos los rincones del orbe muchísimos artistas pero solamente The Who y Jimi Hendrix conservaron la corona, aunque por razones totalmente opuestas. Pero Pete Townshend era algo mas que un chamaco Mod desahogándose destruyendo guitarras. Pete es, aún hoy, el músico que busca mas allá de sí mismo y llevó a su grupo a límites insospechados que colocaron a The Who en lo que ya mencioné antes, ser un ícono del Rock y parte de La Santísima Trinidad del Rock Británico.

La alineación muy peculiar de The Who fue inspirada después de que Roger Daltrey (en esos días de sus accidentados inicios, guitarrista líder y jefe del grupo) echara a patadas a Colin Dawnson, su vocalista 
imageoriginal, porque, decía, estaba "harto" de la mediocridad de Colin (esto lo revelaría en los años setenta después de que Dawnson tuviera la ocurrencia de querer demandar al grupo por derechos de autor de una canción de Pete, demanda que Dawnson perdió, por cierto). Roger decidió, azusado por el bajista John Entwistle, pasarse de la guitarra a la primera voz luego de que vieron actuar al grupo londinense "Johnny Kid and The Pirates" (que consistía en un vocalista, un guitarrista, un bajista y el baterista) y, también presionado por John, sugirió que Pete se pasara al venerado estatus de guitarrista líder. Pete lo hizo pero además asumió la responsabilidad de crear las canciones y comenzaron a tocarlas casi desde que iniciaron con esa alineación. Roger, John y Pete se convirtieron así en una central eléctrica que obtenía un sugerente y formidable sonido tomando lo mejor de sus influencias y aportando, además, cosas nuevas saturando sus amplificadores valiéndose también de efectos de eco y trucos de distorsión. Pero el sonido del grupo se escuchaba poco fuerte por un tiempo debido a la actitud tibia de Doug Sandom, su baterista de ese entonces y, durante una actuación en Brighton (patria y refugio de los mods), se subió al escenario un tipo medio alocado por las anfetaminas y el alcohol, se acercó a John y le dijo: "Déjame tocar los tambores, ese bastardo toca como señorita". John, maquiavélico como solía ser, sonrió y sin dejar de tocar se lo permitió. El sujeto arrojó al baterista temporal que reemplazaba a un enfermo Doug y se plantó en la batería levantando el vuelo y haciendo que el grupo fuera obligado a tocar por casi seis horas. El sujeto era nada menos que el demente Keith Moon quien, a partir de eso, fue fichado formalmente como baterista de The Who.

Con ese poderoso arsenal, The Who comenzó a apoderarse de Londres y sus alrededores. Muchos mitos e historias se crearon en torno al grupo, nació la leyenda y aún no pasaban de sus limítrofes geográficas cuando ya eran motivo de temor para sus colegas Beatles y Rolling stones. Fue hasta que John Phillips, que visitaba regularmente Londres, los llevó a Monterey California a presentarse en el festival de Jazz y música Pop, que The Who y Jimi Hendrix rompieron el romanticismo Beatle en mil pedazos. La guitarra filosa como navaja de Pete y la batería aplastante como escuadrón de guerra por parte de Keith Moon hacían que The Who consiguiera hacer con solo tres instrumentos, el mismo escándalo que un batallón de infantería. Los fieros acordes y riffs que no buscaban neciamente un solo gratuito (pero que salían de manera espontánea) y el bajeo supersónico de John Entwistle apoyaron con fuerza la poderosa voz de Roger Daltrey. nacieron también sus personalidades muy marcadas en ese momento. Roger moviéndose como chimpancé imitando los gestos del público y arrojando el micrófono como un sedal de pesca regresándolo a su punto de partida en sus manos para seguir cantando (antológica esa hazaña cuando Roger derribó con el micro a una chica que estaba sentada en los hombros de su, supongo, novio, hazaña que los Simpson parodiaron en el capítulo en el que The Who aparece en ese programa). Pete moviendo el brazo derecho como un molino y pegando saltos que alcanzaban el cielo golpeando ocasionalmente su guitarra contra la base del micro y otras veces contra los amplificadores. Keith con mirada desquiciada aporreando a matar su batería obteniendo el sonido que al menos dos bateristas de otros grupos apenas habrían podido conseguir, secundando a Pete en la actitud odio-amor que desintegraba cada elemento del costoso equipo del grupo. John, el simpático y macabro John, el quieto, el que solo tenía un ocasional movimiento de ceja y permanecía mas quieto que una piedra. De no haber sido por la impasividad de John, probablemente el grupo hubiera volado varias veces por los aires.

La etapa de los super festivales, 1968-70, fue el germinador de la leyenda que acompaña al grupo en la historia. Su primer presentación en un acto de esta naturaleza fue, como ya dije, "International Monterey Pop Festival" en 1967 seguida por "Woodstock", cuya presentación fue tal vez la mas venerada y tipificada a lo largo de la historia tanto por el lado cultural como por el artístico. "Tommy The Who", su ópera rock, vino a 
imageapoderarse de la escena y ayudó a cubrir la graciosa huida de Pete de su acto de destrucción, al que ya no quería recurrir. Ese periodo hizo que The Who intentara buscar su propia identidad (que irónicamente ya tenían y, de hecho, ellos eran la banda que mas identidad propia tenía). El bajista John Entwistle tomó cierto liderato que se reflejó en sus canciones "Heaven and Hell" y "Whiskey man" (Heaven and hell por cierto encabezó todos los conciertos del grupo por ese entonces). Rompieron con su representación del movimiento Mod y se dejaron el cabello mas largo de lo habitual. El festival de la Isla de Wight fue una dramática culminación de toda la parafernalia que no les fue bien a todos los artistas del momento. Ahí volvieron a compartir escenario con Jimi Hendrix que esta vez venía en un plan tan sobrio y sofisticado que, para el gusto de muchos resultaba una decepción aunque en realidad, y para mi gusto como su fan, fue tal vez una de las mejores presentaciones de Jimi. Después de ese concierto, en el que tuvieron como fan al teclista Ray Manzarek, Jimi Hendrix falleció, The Beatles anunciaron su separación, The Rolling Stones se recuperaban de la muerte, acaecida un año antes, de Brian Jones. Vietnam estaba en su punto mas crítico y el sonido progresivo de bandas como Jethro Tull, un renovado Pink Floyd, Ten years after, ELP y Moody Blues comenzaban a cobrar fuerza. Era entonces una verdadera ironía que el sonido y la propuesta de Pete amenazara con aplastarlos a ellos también.

1971 representó una especie de ocaso virtual para la escena, las cosas habían dado un giro inesperado e imperceptible y en esa vuelta lanzó a casi todos al vacío. Janis Joplin murió por sobredosis y Jim Morrison, el Rey Lagarto, también murió debido a un infarto. Los Rolling Stones se habían enfrascado en un sonido crudo y agresivo pero al mismo tiempo se iban al extremo del folk y el country americanos y se habían refugiado en Francia huyendo del fisco británico.
image The Animals de Eric Burdon eran historia y Los Beatles se habían divorciado de una manera cruel, dura y triste. El otrora mancuerna de ese grupo, el antes poderoso Paul McCartney comenzó a hacer música con toneladas de azúcar y piropos a todo lo que antes parecía haber despreciado. Se había vendido para el gusto de muchos. John Lennon no tuvo mejor suerte y su música era depresiva y con demasiados lamentos acompañado de una mujer a la que solo él podía encontrarle encantos, en caso de que tuviera alguno. Pero curiosamente en The Who las cosas cambiaron en otro sentido. A partir de "Tommy The Who", Pete comenzó a buscar hacia sus principios básicos y las guitarras acústicas y el piano habían hecho acto de presencia, lo mismo John con su cuerno inglés y la trompeta y la voz de Roger comenzaba a orientarse a un estilo mas fuerte, brillante y puro. Por primera vez por cierto, Keith Moon se integraba a la parte creativa y dejaba de lado la voluptuosidad de su sonido aplanador pasándose a lo melodioso sin dejar la actitud de músico de rock. Aunque mas tarde Tommy se convirtió en una verdadera pesadilla para ellos, ese disco marcó el principio del fin de la estridencia para dar paso al legado artístico y, no es que antes hubieran sido malos, en realidad todo obedecía a una gran necesidad de reinventarse y renovarse, precaución que solo sus colegas Stonianos habían tenido.

En el momento en que el rock pasaba su mas trágico momento, The Who y Rolling Stones se quedaban como los únicos contendientes por la corona saliendo adelante a pesar de las eventualidades. Ahora tenían competidores más duros con Deep Purple, Black Sabbath, Led Zeppelin y Pink Floyd, aunque Black Sabbath y Led Zeppelin estuvieran explotando la fórmula inventada por The Who (y Jeff Beck). A este punto The Who volvió a dar una sorpresa. Ya en 1967 "A quick one" era todo un reto para los reyes de entonces, Los Beatles especialmente, y en 1969 Tommy barría con lo propuesto hasta entonces (el propio Jimi Hendrix elogió al cansancio ese disco), El espectáculo de Pete era, para variar, la vanguardia en muchos sentidos y el mismísimo Eric Clapton lo tomaba como referencia al menos en el uso de la amplificación. Jeff Beck, en ese entonces amigo-rival de Clapton y Jimmy Page y principal detractor de Jimi Hendrix, defendía a capa y espada a Pete Townshend. Él, y eventualmente David Coverdale (por un tiempo vocalista de Deep Purple), sostuvieron la hipótesis de que Led Zeppelin, y muchos otros, habían copiado vilmente a The Who, lo que en cierto modo es verdad. De tal suerte todo lo anterior, que los conciertos del grupo sostenidos al final de la década, señalaron los derroteros y puntos de partida artísticos que hoy son hasta materia en algunas escuelas modernas de música.

La nueva sorpresa fue "Who's Next", para la consideración de propios y ajenos y de los fans acérrimos, el mejor disco que The Who haya realizado y, de hecho, uno de los mejores discos de Rock hechos en la historia de la música compartiendo galas con "Sergeant Pepper's Loney Hearts Club Band", "Beggars Banquet", "Abbey Road", "Exile 
imageon main street" y, más adelante, con "Hotel California". "Who's Next" marcó el parteaguas y dio fin al cuarteto de instrumentos básicos que se subía a un escenario con un backline específico, para dar lugar a todo un complejo sistema que incluía Sintetizadores Moog y orquestadores computarizados (en aquel entonces con cintas y tarjetas perforadas), en este rubro ellos fueron el primer grupo en valerse de la tecnología, lo que hizo que los grupos progresivos tuvieran esperanza de tocar sus trabajos complejos en vivo. "Won't get fooled again" vino a destronar a "My Generation" y "Baba O'Rilley" hizo lo propio con "I can't explain". "Behind blue eyes", por su parte conquistó al mundo y las estaciones de radio, en tanto John arrebataba su lugar con "My wife", una sardónica canción que seguía demostrando su muy especial sentido del humor, negro como la noche. Roger Daltrey usaba su melena larga y rizada estableciendo el modelo de vocalista de rock y el loco Moon comenzó a desbordar sus excesos, destruyendo las habitaciones de hotel, tirando autos Rolls Royce a las piscinas de los mismos y envolviéndose en repetidos escándalos. Varios años antes, en el esplendor del London Swinging, él y Pete eran el parejo de Mods destructivos y con actitud, al iniciar la década siguiente Pete se volvía hacia la filosofía y el budismo, mientras el monstruo interno de Keith crecía cada vez mas. Sus demonios, lejos de alejarse, comenzaron a hacer presa del baterista de 28 años.

Pero la tripla al frente (John, Roger y Pete) cobraron fuerza y en ese momento se convirtieron nuevamente en la principal atracción del Rock. Se adelantaron otra vez a su tiempo y superaron todas las pruebas que el Rock pudiera haber tenido que enfrentar al trascender de los años sesenta, en que era relativamente mas sencillo convertirse en astro de rock, a los años setenta, en los que se requería algo mas que simplemente tocar un instrumento. Los años setenta exigían maestría y cultura musical, buena imagen y actitud, Se requería ser músico joven, o de ideas jóvenes, para ocupar los tronos. Habían surgido grupos nuevos y muy competentes como Queen, Mott the Hopple, Eagles, Peter Frampton, UFO, Genesis, Yes, ELP y algunos mas que casi hacían los llenos de The Who y Rolling Stones en estadios, ya no en teatros. Los setenta representaban una nueva generación que estaba compuesta de adolescentes que difícilmente habían escuchado a los invasores británicos en 1964 ya que en ese entonces eran niños de kindergarten o del equivalente a la primaria. El reto entonces era conquistar un público totalmente nuevo lo que era lo mismo a convertirse en un grupo que comenzaba, tal y como lo habían hecho apenas seis años antes de grabar "Who's Next" y diez antes de cubrir extensas giras para conservar su nombre.

Pero los setentas fueron paradójicamente decisivos para el grupo. Por un lado John, Roger y Pete se
image consolidaban como maestros del rock y por el otro, Keith demostraba abiertas tendencias a la autodestrucción. En los sesentas Keith se había mostrado como un agresivo baterista un tanto burgués cumplidor de su posición como representante Mod pero en los setenta había perdido la pista y sus veladas de varios días acompañadas de alcohol y anfetaminas se hicieron célebres. Ringo Starr, ex baterista de Los Beatles, seguía su juego al que luego trajeron a John Lennon con quien sostuvieron el famoso "Fin de semana perdido". Pero en cuanto a música las cosas no iban hacia atrás. 1974-75 representó el zenit en la carrera del grupo. Fue su cúspide y de hecho se convirtieron en un ícono mundial. Todo aquel que quisiera ser considerado como rocker de corazón tendría que ver a The Who y tener al menos uno de sus discos para ello. Y si Pete había tratado de refinarse, el grupo se convirtió en el generador de energía mas poderoso del mundo. Los brincos de Pete y su guitarra se apoderaron de la actitud general, el bajo de John era cada vez mas maestro y poderoso en tanto la voz de Roger era probablemente la mas solida del rock. Esto aunado a las repentinas intervenciones de Pete en la voz de algunas canciones y de John cantando sus propias canciones. The Who se convirtió en esa época en el grupo mas ruidoso del mundo pero también en el mejor en escena y ganó, por cierto, muchos discos de oro, plata y platino. Llegaron al grado tal que Robert Stigwood negoció con ellos la realización de "Tommy The Movie" que, aunque cuenta la historia del chico ciego, sordo y mudo, tiene una excelente escena en la que The Who muestra toda su capacidad y su desarrollo aplicado en los conciertos. En ese momento no había asomo de duda, The Who era, y por mucho, el mejor grupo de rock en el mundo. Su obra "Quadrophenia", había superado a Tommy en términos artísticos representando una de esas sorpresas acostumbradas por el grupo.

La caída comenzó a manifestarse en la estabilidad de Keith Moon. Moonie se había hecho dependiente al alcohol y su tratamiento para dejarlo, lejos de ayudarlo, lo envolvió en una dependencia más, esta vez hacia los fármacos. Tenía que tomar medicamentos controlados pero él no era precisamente una persona controlada y tomaba impresionantes cocteles de pastillas que deterioraron severamente su salud y estabilidad psicológica. sus constantes accesos depresivos lo llevaron cada vez mas a seguir tomando y al mismo tiempo a depender de sus pastillas, comenzó entonces la caída mencionada cuando uno de sus amigos de parrandas, John Lennon, dejó el alcohol para cuidar a su esposa y a su futuro bebé, Ringo Starr enfrentaba problemas por tener que firmar su divorcio y Harry Nilsson también comenzó a dejar el grupo de briagos que conformaban todos ellos. El cómico y artista del doblaje Mel Blanc (quien hacía la voz de Bugs Bunny para la Warner Bros y amigo personal de Keith) mencionaría mas tarde que le asustaba el modo en que Keith podía pasar al menos una semana sin dormir debido a su descontrolado consumo de alcohol y medicamentos fuertes. Entre 1975 y 1976 el grupo comenzó a espaciar sus actuaciones en consideración a Keith pero en la entrega de los Grammys de ese año, 1976, fueron derrotados varias veces por "Hotel California" de Eagles contra "Who by numbers" y eso enfadó mucho a Keith (no obstante, Eagles ha sostenido por años una estrecha y respetuosa amistad con The Who), aunque de hecho se habían comenzado a distanciar un poco en virtud a sus carreras solistas y a la catastrófica carrera de "Actor" de Roger Daltrey. En el transcurso de finales de 1976 a mediados de 1977 se reconsideró la idea de volver a grabar pero incluso a esas alturas, en agosto de ese año, sucedió algo que deprimió mucho a Keith Moon, la muerte de Elvis Presley a quien admiraba mucho pero de quien mas le asustó que las causas de su deceso fueran precisamente las adicciones.

imageDespués de muchos experimentos en solitario por parte de los tres frontales de The Who, regresaron al estudio en 1978 para comenzar a grabar "Who are you". En ese año, y durante las grabaciones, filmaron un concierto realizado en Killburn a fin de documentar su nuevo proyecto fílmico biográfico, "The Kids Are Alright", tratando de apoyar a Moonie. Pese a los esfuerzos, Keith falleció el 7 de septiembre de 1978. El año siguiente, 1979, representó, si bien el lanzamiento póstumo de la película, un climax triste y sombrío en el que Pete decidió dejar las drogas (tal vez consumidas en modo menor pero al fin drogas) y John redirigía su repertorio solista. Decidieron volver a grabar en tributo a Keith, invitando a Kenney Jones para reemplazarlo. Publicaron "Face Dances" y luego "It's hard" pero lo bueno de The Who parecía permanecer mas en el escenario. A esas alturas el trabajo en estudio se había reducido a una regresión al tiempo aquel en que fueron un grupo elitista programado únicamente para ser escuchados en Gran Bretaña.

Lo que haya sucedido después de eso con The Who ya es historia. Pete no dejó de ser ese guitarrista que es incluso hoy, Roger no ha dejado de ser la voz característica del grupo. John partió también para alcanzar a Keith en junio del 2002 durante una gira mientras Pete y Roger continuaron en el escenario hasta el día de hoy en que siguen siendo esa leyenda nacida algún día de 1964 con un sonido que jamás será olvidado.

Messy Blues

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sábado, octubre 26, 2024

Concierto "Live Aid" y El Fraude Implícito

"Live Aid", El Engaño Histórico que hoy Vale Millones


Aunque en 1985, en el desarrollo del activismo humanitario del músico de Rock Bob Geldof para obtener recursos a favor de Etiopía y Somalia, hubo una notable publicidad resaltando una “Gran Fraternidad” por parte de músicos famosos de Rock a través de un par de conciertos históricos, la realidad que rodeó al evento mencionado fue bastante diferente a la que hoy se conoce sobre el tema. Por un lado está la bastante cuestionable idea de un Bob Geldof abrazado ante la prensa internacional con el Dictador de Etiopía en ese entonces, Mengistu Haile Mariam y lo que política y administrativamente sucedió después, que fue el desvío de casi la mitad de los fondos a los corruptos bolsillos de Mengistu y su equipo, además de que lo que se dio en alimentos se echó a perder precisamente porque el dinero para movilizar la ayuda no llegó a su destino. Por el otro lado está el otro gran fraude mediático, tal vez involuntario, de un Bob Geldof que enfrentaba la posible ruptura de la banda a la que había pertenecido por diez años para ese entonces, The Boomtwon Rats y tenía una peculiar debilidad por hacerse notar “Ayudando” a otros y, hasta entonces, poco había logrado aparte de su intento previo de haber sido la voz del movimiento sindical de músicos que se quejaban por la falta de oportunidades en su natal Irlanda.

El punto objetivo del asunto es la parte en la que, por el concierto “Live Aid”, el Rock como música obtuvo un “Día Mundial” a su favor, Julio 13 (vaya número!), y trajo al frente idílicas historias sobre la gran bondad de los demasiados artistas que participaron en el negocio, todos ellos atraídos por la resonancia de muchos satélites transmitiendo a nivel mundial un concierto en dos sedes simultáneas (Filadelfia y Londres) con lo mejor de lo mejor de la música Rock. La lista era extensa y destacaban nombres de los años sesenta recuperando sus fueros al alimón de noveles figuras tan plásticas como la definición misma de los años ochenta. En una manera resumida de decirlo, las luminarias participaron por dos obvias razones: la probable solidaridad humanista y la necesidad de un golpe publicitario a escala mundial, lo cuál, al menos para ellos, dio resultado.

“Live Aid” no solamente consolidó carreras mediocres como Duran Duran y Hall & Oates, entre algunos otros nuevos de la época, sino que también reforzó carreras prometedoras como la de Madonna y The Pretenders, una totalmente promovida con toda la parafernalia discográfica y los otros salidos del frente callejero del suavizado Punk doblegado por el sistema tras la muerte de Sid Vicious (el peor de los Sex Pistols) siete años atrás, en 1978. Dicho evento también revivió a Led Zeppelin y The Who quienes ya hacía tiempo se habían convertido en objeto de culto nostálgico siendo portavoces de rebeldía social y glamour clasemediero encabezando el movimiento pacifista de su época al final de los años sesenta, aunque ambos casos fueron una cruda revelación de decadencia siendo considerados como “La peor actuación de Led Zeppelin” y “Una mediocre actuación de The Who” y, aunque ambos grupos son favoritos de quien esto escribe, resultan terriblemente ciertos tales juicios. Eric Clapton y Carlos Santana podrían ser los menos cuestionables en virtud a sus impecables actuaciones, no así penosos ejemplos de hipocresía funcional por parte de Mick Jagger y Tina Turner. El primero alguna vez bandera del inconformismo social y la segunda considerada un ejemplo de lucha personal. Ambos dieron en Live Aid el número más superfluo y comercial del concierto multitudinario.


La banda Queen, liderada por el vocalista Freddie Mercury, fue tal vez la grieta que resaltó el punto de quiebre y sacó a la luz la demasiado manipulada actividad administrativa del concierto, dado que su baterista, Roger Taylor (famoso por su poca paciencia y mal carácter), protestaba a cada momento de las malas condiciones en las que Queen estaba siendo alojado y presentado. La actitud de Taylor lo confrontó con el resto del grupo en un momento de nervios antes de salir a actuar y, a pesar de lo magnífico que Jim Beach, manager de Queen, y Graham King; hicieron pensar a la gente con la biopic “Bohemian Rhapsody” (2018), la realidad era otra. Queen acababa de terminar una gira mundial en la que sus miembros se tiraban de la greña tiro por viaje por cualquier provocación (la confrontación que en la película casi termina a golpes entre Roger Taylor y Freddie Mercury fue en realidad, según su biógrafo Mark Blake, entre Brian May y el vocalista) y no se sentían en forma para un concierto de tales proporciones al lado de artistas a los que casi les doblaban la edad.

Fue la boca suelta de Bob Geldof la que terminó de convencerlos cuando le espetó por teléfono al mánager del grupo, Jim Beach, que: “Dile a esa maricona miedosa que se perderá del mejor evento de toda su puta vida!”. Queen aceptó presentarse con sus reservas pero la actitud reinante en los preparativos fue más tensa de lo que la historia hace creer. Para el gusto del propio Freddie (que tampoco se destacaba por su sutileza al expresarse), Phil Collins era “un advenedizo que quería un trozo de pastel” mientras consideraba que The Who y Led Zeppelin eran “unas ancianitas que sacaron de su sillón frente a la chimenea y les dieron oportunidad de volver a actuar para recordar sus buenos tiempos”. A pesar de lo agrio que resulta el criterio de Freddie Mercury al respecto, no le faltaba razón en el sentido de popularidad. Ciertamente personajes como Jimmy Page y Robert Plant se habían distanciado radicalmente tanto musical como personalmente llevando cada uno carreras solistas de diferente orientación y Pete Townshend coqueteaba con la modalidad Pop del momento haciendo en el escenario muy notoria su animadversión por el baterista Kenney Jones, quien había reemplazado al fallecido Keith Moon también algunos años atrás, en 1978, y fue el responsable de la ruptura del grupo en 1982. Realidad dolorosa era que tanto Zeppelin como The Who resultaban más un honor de museo musical que un show del momento.

Pero Mercury no reveló, tal vez porque no lo consideraba tan personal, el hecho de que los propios Rolling Stones tenían una de sus peores épocas como grupo y aceptaron actuar por separado por diferentes razones. Keith Richards y Ron Wood por un lado junto al repetitivo Bob Dylan hacían tributo acústico a la verdadera causa, hecho que el envidioso Lou Reed no cesaba de llamar: “Indignidad de tres pésimos músicos”, mientras Mick Jagger sacaba su mejor perfil de celebridad ante los reflectores explotando la antaño imagen de rebelde que lo había hecho famoso años atrás siendo incluso el Anti-Héroe del drama que, en 1969, había derivado en la trágica muerte de Brian Jones en su piscina. Para el gusto de muchos Fans Stonianos, el Mick Jagger violento y contestatario de “Gimme Shelter”, había vendido su alma al dólar y al sistema mostrando su mejor cara digna de “Cosmopolitan” y figura de la música Disco. Nada qué ver con el temor de aquellas madres que leyeron alguna vez aquello de “Dejaría que su hija saliera con un Rolling Stone”. Tan lejano de la figura que había puesto a temblar a los mismísimos Beatles años atrás.

Y hablando de The Who. Pocos saben que para Pete Townshend, guitarrista y líder, aquello hacía mucho que no funcionaba y aceptaron porque Geldof casi le rogó de rodillas, algo que el propio Townshend lo rebelaría años después. Circunstancialmente, la idea de reunir a The Who fue parte de las discusiones de quien había sido su mánager (y hoy en día lo es nuevamente), Bill Cursbishley, con Roger Daltrey y Pete Townshend quienes ya no tenían deseos de volver a actuar juntos dado que ambos comenzaban a gozar de los beneficios de sus respectivas carreras solistas; pero el bajista John Entwistle y el baterista Kenney Jones no corrían con la misma suerte y obviamente necesitaban resucitar musicalmente en un momento difícil puesto que ambos estaban enfrentando la bancarrota. Desde luego que “Live Aid” no representaba ganancia alguna, de hecho era  un evento benéfico, pero la publicidad derivada prometía colocar de nuevo a Entwistle y a Jones en la escena. Lo cierto es que a The Who les sucedió lo que sarcásticamente le atribuiye el guionista de “Bohemian Rhapsody” al personaje de Brian May (Gwilym Lee) “Quiénes son estos dinosaurios?”, comentario que, de acuerdo a Jim Beach, fue dicho por el arrogante Phil Collins, medio en broma y medio en serio, al que Roger Daltrey, vocalista de The Who, estuvo a punto de responder a puñetazos. No es de extrañar que posteriormente The Who y Phil Collins rechazaron actuar juntos.

Elton John no fue mejor. El pianista también aprovechó el exhibidor musical y sacó bastante provecho pero posteriormente manifestó que “Live Aid” no había sido el mejor momento de su carrera, lo cual es cierto y, en contraste con Eric Clapton, tuvo que pagar el costo mediático que encasilló su carrera con el evento por mucho tiempo. Al final, los únicos realmente beneficiados fueron los artistas “Del Momento” a quienes la presencia de los legendarios les levantó la popularidad más que a los propios legendarios. Por dentro, Live Aid estuvo muy lejos de ser la gran fraternidad que aparentaba entre rivalidades  personales y ciertas discriminaciones de algunas Divas que prohibían a otros inexpertos en el negocio acercarse siquiera de lejos al área donde se encontraran protegidos por más elementos de seguridad que el propio Presidente de los Estados Unidos en aquel momento. Detalle que Geldof y su equipo omitieron muy convenientemente.


Pero los problemas de Geldof apenas comenzaban. Los impuestos en Reino Unido y Estados Unidos tienen reglas inquebrantables y muy vigiladas en cuanto a la política de su recaudación y en ambos países es posible deducir si la captación de fondos de un evento o empresa se enfoca a la Beneficencia y el fisco, de ambos gobiernos, tuvo que revisar minuciosamente la naturaleza y ejecución del “Live Aid” para asegurarse de que el evento realmente fuera de naturaleza benéfica y, para ello, hubo ONGs que tuvieron que asistir la revisión de ganancias y gastos del evento y atender el destino final de los beneficios. Como se mencionó al principio, esto no sucedió en buenos términos ya que Mengistu Haile Mariam, entonces dictador en Etiopía, y como se mencionó también al principio, desvió el dinero recaudado para movilizar etnias para él indeseables al sur del país y concentrarlas en reservaciones y, paralelamente para quedarse con parte del dinero. Lo que se entregó en especie, alimentos, se perdió ya que, por el desvío de fondos, no hubo manera de distribuirlo. Geldof y sus asociados intentaron mantener este asunto lejos del escrutinio pero el periodista Robert Keating dio un resorterazo de proporciones dantescas al publicar en julio de 1986, en la revista Spin, su artículo “Live Aid: The Terrible Truth” (Live Aid: La Terrible Verdad) que reveló el podrido resultado financiero y político de las ganancias del Live Aid. Evento que, para ese momento, tenía circulando en el mundo libros documentales, colecciones fotográficas, un set de discos compactos y otro más de películas en formato VHS recaudando aún más dinero del que no se puede asegurar que haya sido destinado a la causa contra la hambruna o al beneficio por retribución simbólica, de los artistas implicados.

El evento tuvo una réplica con el “Live 8”, veinte años después, contando con el regreso un poco más digno de The Who (irónicamente sin John Entwistle, fallecido en 2002) y la reunión de la alineación original de Pink Floyd, entre muchos otros, pero con una finalidad diametralmente opuesta a la de su inspirador “Live Aid”. En este caso, las ganancias sí implicaron impuestos, gastos y pagos al personal técnico representando una impresionante inversión por parte de sus patrocinadores, aunque desde luego los resultados fueron legal y fiscalmente mucho más claros y justificados.

Hoy mucha gente nostálgica de entre 55 a 65 años expone al “Live Aid” como el mejor par de
conciertos de todos los tiempos aunque en realidad hubo anteriormente algunos aún mejores pero menos mercantiles, tal es el caso de “Monterey International Pop Festival” en 1967 y “Woodstock” en 1969. El primero un tanto elitista alojando a la crema y nata de la sociedad californiana en un evento rebelde en actitud y vanguardista en cuanto a moda pero cuya esencia era el movimiento pacifista de las flores y abrió la puerta a la cultura existencialista que derivó en el segundo concierto mencionado. Después vendrían algunas copias como la envidiosa respuesta de Mick Jagger con su concierto en Hyde Park, disfrazado como un Tributo al guitarrista Brian Jones (que había fallecido un mes antes del evento) y el tristemente célebre concierto de “Altamont” en el que su equipo de seguridad fue una pandilla, Hell’s Angels, quienes asesinaron al fan Meredith Hunter justo en las narices de los Rolling Stones mientras actuaban. El pretexto del crimen fue: “El sujeto se acercó al escenario con una pistola”. El arma en cuestión era un revolver de juguete, según reportó la policía meses después. El punto es que “Live Aid” está lejos de ser un “Evento Rockero” a pesar de los nombres que lo componían.

La gente que aún rinde culto al “Live Aid” poca relación debieron tener en su momento con el Rock como cultura porque de hecho el verdadero Rock, para esos días, había terminado de cavar su tumba tras la muerte trágica del Ex-Beatle John Lennon, asesinado a balazos cinco años antes del evento. El movimiento del Rock, como tal, había ocupado los escenarios una década antes con mejores conciertos de Queen, Led Zeppelin, The Who y The Rolling Stones en los que esas bandas habían sido los monarcas de la música batiendo al propio Elvis Presley y al mismísimo Frank Sinatra en audiencia y herencia cultural y musical. Desde el momento en que Jimi Hendrix y The Who volaron en pedazos las dulces mieles y el ineficaz romanticismo de The Beatles en Monterey Pop en 1967, hasta la última gira de Eagles promoviendo su álbum “The Long Run” en 1980, el movimiento Rock tuvo figuras ilustres como los progresivos Yes y Genesis compitiendo con imponentes colosos como Uriah Heep, Deep Purple, Pink Floyd, Rush, Black Sabbath (con mejores cosas), UFO, Supertramp, America, y muchos otros que habrían sacado a todos los artistas nuevos del Live Aid de su propio escenario con calidad holgadamente superior. Dejando a Eric Clapton y Carlos Santana el venerado estatus de haber sido los únicos dignos en el Live Aid, cabe señalar.


Hoy, poca gente de menos de 50 años podría diferenciar o descubrir si Live Aid fue realmente el “Súper Gran Evento de Todos los tiempos” porque hoy poca gente sabe de buen Rock y lo que el Rock como cultura implica. Pocos querrían creer que Live Aid fue un fraude histórico.


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jueves, septiembre 20, 2007

Los verdaderos padres del punk y del rock progresivo

En el punk actual se barajan demasiados nombres entre los que destacan Green Day y grupos similares pero para el verdadero conocedor fueron los Sex Pistols los que realmente iniciaron ese estilo tan peculiar con su poca habilidad para tocar, su estridente sonido y su anarquía social. Memorable aquella ocasión en la TV británica en la que los pistols ultrajaron al público cuando Steve Jones, el guitarrista, le dijo al anfitrión del programa que era un "Maldito Bastardo".

Hoy ha desaparecido mucha de esa espontaneidad sexpistolera y quedan una actitud fresonamente insolente y tibiamente anarquista que derivan en darketismo y goticismo que resultan tibio té de dandelion comparado al movimiento underground previo precisamente a los años ochenta en el Londres desmoralizado después de la caída de los aliados en Vietnam. Pocos saben que los verdaderos padres del punk son los verdaderos padres del rock progresivo aunque tal sentencia pueda sonar absurda y basta echar un oido a un par de discos virtualmente desconocidos por las nuevas generaciones que se dicen rockeras: "A quick one" y "The Who sell out" que fueron creados entre 1964 y 1966 por The Who, la banda que se hizo famosa en esa época por desmadrar su equipo en escena. La misma que teniendo a un guitarrista hoy dificilmente aceptado por los jóvenes como uno de los mejores, se haya dado sus "quienvive" con Jeff Beck, Eric Clapton y el mismísimo Jimi Hendrix en los años sesenta.

Ante la burguesía y melosidad del binomio Lennon-McCartney y el machismo misógino de Jagger-Richards en el espacio de enmedio se requería un representante neto del movimiento MOD y los únicos aparentemente capaces de encabezarlo eran Los Who, bien por su capacidad musical o bien por sus personalidades tan diversas y cínicamente contrastadas en el escenario, por las razones que se les señalen Los Who abanderaban un desplante tan peculiarmente hostil y al mismo tiempo tan profesional que lograron desconcertar al mercado musical y a sus críticos al punto de abatir a The Monkees (creados por ABC TV) en Estados Unidos y ganarles el sitio de honor en el "Monterey Pop Festival" de 1967 mientras promocionaban su disco "A quick one" en el que Los Who reflejaban esa postura tan desmadrada y al mismo tiempo elegante con covers tan fuera de onda a "Batman" (la serie de TV) y a la clásica de Los Beach Boys "Barbara Ann" aunados a temas excelentes y bien cuidados. En ese festival Pete Townshend destruyó su guitarra pero también rompió en mil pedazos el utópico terciopelo de Los Beatles y la pretendida malignidad de Los Rolling Stones. A partir de aquello, ambos grupos tuvieron que modificar sus derroteros porque además Jimi Hendrix se les venía encima desbancando a todo aquel guitarrista considerado como "Bueno".

Los Who trabajaron después en "The Who sell out" (probablemente en el tiempo en que visitaron Monterey, Ca. -para los que piensan que me refiero a Nuevo León-) y ese long play retrató mucho y de corazón un tributo a la radio pirata que tanto los apoyó antes de que el parlamento las declarara ilegales. Radio One fue la tributeada en ese disco (y eso se puede apreciar porque en medio de cada tema hay un gingle cómico) y el ejemplo de los cuatro del Shepperd's Bush comenzaron a convertirse en modelos de todo aquel rebelde que no encajaba con los grasientos motociclistas de Harley Davidson.

Tommy, la rock ópera de Los Who, cambió un poco la postura del grupo. En ese momento se salieron de la cusa pre punk para establecerse en las raíces del progresivo y su trabajo siguiente fue un disco excelente que ha trascendido a las enciclopedias musicales y se llamó "Who´s Next", pleno de sintetizadores y secciones de metales. Los Who se habían adecentado.

Pero sus fans no se tragaron mucho el cuento y formaron bandas tan oníricas como de culto tal es el caso de "Mott The Hopple", "New York Dolls" y, por el lado más refinado, "Humble Pie" aunque a la larga los Dolls degeneraron en el mal gusto y "Mott The Hople" siguió a Los Who por el lado de la experimentación.

A la mitad de los años setenta ya había dos clases de músicos de rock, los de academia y los callejeros. Los de academia formaron bandas gigantes como Genesis, Rush, Yes, Camel, Pink Floyd, Deep Purple, Black Sabbath, Queen y King Crimsonentre otros y fueron coronados por una banda que no falta en toda buena fonoteca: Led Zeppelin, en tanto por los callejeros tardaría en darse el punk en manos desventuradas (pero no lo neguemos, que a todos nos gustan) como Los Sex Pistols a quienes siguieron bandas más trabajadas como Ramones, Clash, The Damned, Television y cientos más.

Algunos creen que los abuelos del Punk son los Rolling Stones pero no, los verdaderos padres del movimiento fueron esos que conformaron una banda de elementos diferentes entre sí que con esa gracia logró establecer un estilo que trascendió a artistas actuales como Linkin Park y los propios Green Day.

Venga pues un reconocimiento a la, a mi juicio, mejor banda de rock en el mundo: The Who

La Magia del Pincel

Emilio Martínez; creador de universos En el pueblo del que se ha dicho que yo vengo: (aunque en realidad yo soy nacido en la Ciudad de Méxic...

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