La importancia de pedir ayuda profesional
Recientemente sufrí la pérdida de una amiga muy querida. Una modelo y dibujante de Michigan, Kelsey Lily Carlysle. Joven de treinta y cinco años con un gran futuro por delante como modelo y artista plástica. De hecho, por sus muchos talentos, ella tenía muchos amigos y seguidores además de mucha preparación cultural.
Repentinamente solíamos debatir de temas simples basados en los libros que ambos habíamos leído y también de música y hasta sostuvimos debates sobre cosas en las que divergíamos. Ella siempre tuvo una forma muy amable para dirigirse a mí y por supuesto que yo le correspondía con el mismo respeto.
En resumen, yo me sentía muy honrado con su amistad.
Pero Kelsey —o Lily, como solíamos llamarla— enfrentaba problemas emocionales que nadie de quienes la tratábamos pudo ver, porque ella simplemente NO los mencionó jamás —por supuesto, solamente su círculo íntimo lo sabía—. Nadie de sus amigos pudimos ver ninguna señal de alerta pero, de acuerdo a su pareja Kevin, ella luchó contra el fantasma del desorden bipolar por años.
Finalmente, el 11 de Agosto pasado Kelsey se rindió, a los treinta y cinco años y con muchas expectativas y muchas metas de sí misma que sus problemas no le permitieron alcanzar.
La depresión no es tristeza común, ni un mal día, ni algo que se pueda resolver con frases de échale ganas. La depresión es una enfermedad real que afecta la mente, las emociones y el cuerpo. Y como toda enfermedad, necesita atención profesional.
Muchas veces, por miedo o vergüenza, las personas callan su sufrimiento. Piensan que ya pasará, que no quieren molestar a nadie, o que pedir ayuda es signo de debilidad. Nada más lejos de la verdad: pedir ayuda es un acto de valentía.
Un psicólogo o un psiquiatra no solo escuchan, sino que cuentan con herramientas científicas y médicas para acompañarte en tu proceso de sanación. A veces se necesita terapia, a veces medicación, y siempre se necesita alguien que pueda guiarte con conocimiento y humanidad.
La vida no es perfecta, lo sabemos. Pero siempre hay caminos que pueden llevarnos a recuperar el sentido, la paz y hasta la alegría. Y ese primer paso suele ser el más difícil: levantar la mano y decir necesito ayuda.
Si estás pasando por un momento difícil, recuerda:
- No estás solo. Más personas de las que imaginas han pasado por lo mismo.
- No tienes que cargar con todo tú solo. Pedir ayuda es una muestra de inteligencia y amor propio.
- Los profesionales están ahí para ti. No se trata de un lujo, sino de un derecho humano: tu salud mental importa tanto como tu salud física.
Es importante que tomes en serio cada señal en tu estado de ánimo, los desórdenes emocionales no siempre se deben a situaciones coloquiales y/o rutinarias. Recuerda que le importas la gente que te ama y te necesita.
Buscar ayuda no te hace débil: te hace fuerte. Y puede ser la diferencia entre actuar a tiempo o un desenlace grave.
Por Kelsey y por muchas personas que enfrentan estos males es que les ruego que, ante cualquier señal, acudan a un especialista. La salud mental es tan importante como la física.
Muchas Gracias por leer
Messy Blues

No hay comentarios.:
Publicar un comentario